sábado, 30 de abril de 2011

Muere Ernesto Sábato a los 99 años


El pesimista más lúcido deja su mensaje esperanzador 

Sábato: - Este no es un pueblo cínico, aunque está lleno de cínicos y acomodados; es un pueblo de gente atormentada, que todo le importa y por todo protesta, se amarga y siente rencor. El argentino es un tipo descontento con todo y consigo mismo, es rencoroso, dramático, violento y lleno de resentimientos. Es una cadena de resentimientos: el de los primeros españoles porque añoraban su patria; el de los indios porque anhelaban la libertad perdida; el de los gauchos desplazados por la inmigración, exiliados en su tierra; y en los inmigrantes porque extrañaban su terruño, sus leyendas y sus navidades junto al fuego. Y si esto fuera poco vino el tumultuoso y materialista desarrollo de Buenos Aires, con la corrupción y la venalidad de sus políticos. Este resentimiento se cruza con otro auténtico sentimiento nacional, un excelente atributo de nuestra conciencia, la tristeza, a la que tratamos de esconder y no podemos. ¡Bueno sería si con todo lo que nos pasa tuviéramos además la ligereza de estar alegres! Pero de todos modos quiero cerrar este primer encuentro con un soplo esperanzador. No importa si hay razones contundentes para mantener la esperanza pero ella renace una y otra vez en medio de las calamidades, las insensatas esperanzas de los hombres y su persistente furia por sobrevivir salvan al mundo. Si bien somos un pueblo pesimista lo somos en razón de tener grandes reservas de esperanzas e ilusiones. Para ser pesimista, previamente, hay que haber esperado algo.

Ernesto Sábato, Itinerario, Sur, Bs.As. 1972

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