Los radicales van por todo el FAUNEN
El peronismo tiene una larga tradición frentista que
hoy se expresa en diferentes denominaciones, Frente para la Victoria y Frente
Renovador son las más destacadas. El radicalismo también acredita un importante
activo frentista aunque con un carácter claramente diferenciado que tiene
relación con la posibilidad de bloquear el acceso al poder o la continuidad en
el poder a los herederos de Perón. Y es allí donde puede estar hoy una de las
fortalezas o debilidades del FAUNEN.
Si sus integrantes son capaces de trascender el perfil antiperonista (hoy camuflado discursivamente como antikirchnerismo o antipopulismo) el nuevo frente, liderado por la UCR, puede alzarse con la victoria en 2015. Esa fue la receta ganadora de la Alianza en 1999 con Chacho Álvarez como la pata fuerte del ala peronista. Raúl Alfonsín también superó esa limitación y ganó tendiendo puentes y aún cautivando al potencial votante justicialista con aquel célebre cierre de campaña en el obelisco en 1983.
Si sus integrantes son capaces de trascender el perfil antiperonista (hoy camuflado discursivamente como antikirchnerismo o antipopulismo) el nuevo frente, liderado por la UCR, puede alzarse con la victoria en 2015. Esa fue la receta ganadora de la Alianza en 1999 con Chacho Álvarez como la pata fuerte del ala peronista. Raúl Alfonsín también superó esa limitación y ganó tendiendo puentes y aún cautivando al potencial votante justicialista con aquel célebre cierre de campaña en el obelisco en 1983.
El otro punto crítico estará puesto en la conducción
del conglomerado, en el liderazgo necesario para encabezar una fórmula
presidencial. No sólo bastará con que el radicalismo imponga su peso histórico
y específico –lo más factible- también el líder radical deberá conducir la
estrategia ganadora sin debilitar la estructura interna de la nueva fuerza pero
imponiendo un programa coherente con las demandas de sus votantes. Mediante una
conducción nítida, no colegiada y difusa, el radicalismo seguramente seguirá en
ascenso y la sangría de dirigentes hacia otras expresiones habrá concluido.
Cobos a la cabeza
Algo se está viendo en las encuestas.
Una parte de las preferencias radicales estuvieron migrando últimamente hacia
el massismo y también el macrismo supo recoger parte de ese flujo insuflando
nuevos bríos a la candidatura del jefe de gobierno porteño. Pero a partir del
lanzamiento de FAUNEN en el teatro Broadway ese flujo parece estabilizarse y
dar muestras de crecimiento a expensas de las mismas fuerzas que hasta ahora se
alimentaban de él. Massa parece el más afectado pero habría que ver en qué
medida le pega a Macri, muy dado a la caza de la diáspora radical y posible
beneficiario de un remoto acuerdo de una remota 2ª vuelta.
Sea como fuere el radicalismo parece estar ante una
nueva encrucijada histórica con una alta chance de poner un correligionario en
la Rosada. Primero deberá afirmarse en las PASO del año próximo y conquistar la
dirección del Frente Amplio para luego entusiasmar a la sociedad con un
liderazgo capaz de representarlos más allá de una jugada oportunista en la
arena electoral. Por ahora la carta radical que personifica esas necesidades se
llama Cobos ¿será suficiente? El Cleto volvió
arrepentido a su hogar político y formalmente
recibió el perdón de la burocracia partidaria. El padre del voto no positivo parece
gustar más que el gélido Binner, Pino no es el Chacho de los 90, a Sanz se lo
señala como el candidato de los empresarios y Carrió sólo entusiasma en la
Capital Federal. Para los públicos menos atentos al devenir político la
vicepresidencia kirchnerista de Cobos quedó en el olvido y la memoria de la
traición está muy bien guardada en algún cajón de la militancia radical.
El radicalismo es la columna vertebral y la cabeza del FAUNEN,
en las primarias del año próximo seguramente confirmará esa preeminencia y sus
aliados ocuparán las segundas líneas en un probable gobierno de coalición. El nuevo
frente es como una nave en dirección al espacio exterior, una vez que deje
atrás la atmósfera terrestre las partes que lo propulsaron durante el despegue
se irán desprendiendo, la nave principal y su comandante llevarán la marca
radical.