La unión hace la fuerza pero conduce Cristina
Hasta que se concretó el armado de listas de candidatos para las próximas elecciones medios, analistas y por ende parte de la opinión pública percibían a la Presidenta como una suerte de rehén político de Hugo Moyano. El mito de la ingobernabilidad del país sin el peronismo y más aún con la CGT en contra se volvió a agitar una y otra vez. La teoría del sindicalismo salvaje llevándose por delante las instituciones se vio favorecido después del exabrupto del líder sindical cuando arengó a los trabajadores a parar el país en medio de su enredo judicial, bajo la causa de los medicamentos adulterados. En paralelo, la cúpula de la central sindical presionaba mediáticamente por lugares en las listas mientras el Ejecutivo mantenía silencio.
Cuando murió Néstor Kirchner, los especialistas y parte de la oposición renovaron sus dudas sobre la capacidad de gestión de Cristina y abrían interrogantes acerca de su aptitud como conductora del movimiento. Quizás el sindicalismo subestimó esta faceta y el resumen de cuenta presidencial con la designación del ministro Boudou como candidato a vicepresidente y sobre todo la imposición de los lugares en las listas de candidatos de casi todos los distritos les cayó como balde de agua fría por la escasa representación sindical.
NOMINADO. Bodou feliz en Olivos después de conocerse su candidatura |