lunes, 1 de agosto de 2011

Opinión. La derrota de Filmus en la Capital

Cristina 2011 felicita a Mauricio 2015


En persona. Cristina recibe a Mauricio, julio 2009.

La cordialidad, interesada o no, hoy es un valor muy apreciado en la vida política nacional. Después del doblete del PRO en la Capital, con sendas victorias en primera y segunda vuelta, Cristina y Mauricio intercambiaron felicitaciones y promesas de buen trato.  Macri inauguró así su carrera hacia las presidenciales de 2015 en tanto Cristina vuelve a encender los motores con miras a octubre. Si efectivamente el oficialismo despeja la confrontación de superficie -en general favorable a la oposición - la presidenta podrá ocupar el escenario con los logros de su gestión y con la fuerza de su imagen. Imagen y gestión son espacios donde los aspirantes a reemplazarla están en desventaja, en cambio bajo el chisporroteo declaratorio, en mayor medida protagonizado por funcionarios o dirigentes notorios, la presidenta otorga ventajas. Al fin y al cabo los buenos modales en política tampoco son malos y los réditos están a la vista. Si repasamos la gestión de Macri no son muchos los logros pero se mostró bastante cortés tapando con carteles amarillos de felicidad las escasas promesas cumplidas de la campaña anterior. 
Y Filmus se quedó con la peor parte: las declaraciones en los medios y los señalamientos a un jefe de gobierno que con estudiada habilidad rehuyó el debate. No pudo disputarle a Macri un territorio simbólico a menudo desdeñado por una amarga intelectualidad como es el territorio de la felicidad, al que apela sin cesar el macrismo.  Tampoco pudo el candidato del FPV imponer la emoción -otra fortaleza de Cristina- y apenas atinó a dibujar un triste coranzocito rojo sobre fondo azul (resulta casi gris) en los afiches partidarios del balotage. Como dato alentador para el justicialismo kirchnerista queda la buena performance en la Comuna 8 donde Filmus superó el 40% de los votos, claro reflejo de la respuesta del gobierno nacional al episodio del Indoamericano con la posterior presencia de efectivos combinados de Gendarmería y Prefectura reforzando la seguridad de la zona.
Es cierto, al electorado porteño parece espantarle la idea de un gobierno peronista en su patio interno pero Filmus, un candidato calificado en cuanto a contenidos descuidó la comunicación o el marketing o como quiera llamársele a la construcción del mensaje. Su imagen fue débil y en este distrito para obtener la copa de campeón hay que ganar en ambos frentes y por knock out.